jueves, 29 de abril de 2010

Días

Días en los que mi mirada vuela,
Días en lo que mi cuerpo se apaga,
Días que transcurren lentos,
Días en lo que mi mente se evade,
Días en los que los recuerdos me invaden,
Días en los que la vigilia es amiga,
Días que se unen con noches.
Días en los que no veo…
Nada que no sea oscuridad.

Aparentas lo que no eres solo por miedo a que no hieran la parte más real de ti. Solo sé que la muestras a contadas personas que para ti, que para tus ojos lo merecen. Les ves, sabes hacerlo, sabes si valen o no la pena. Ellos al descubrirte se sorprenden y lo agradecen. Y quieren saber más de ti.
Ellos creen que ya lo han visto todo de ti que ya te han visto totalmente desnuda pero se equivocan, se equivocan. Pobres.
No te llegaran a conocer jamás. No podrán conocerte como yo lo hago, pobres e insulsos mortales.
Yo te veo. Esa es la pena, soy la única persona que lo hace total y completamente. No me hacen falta palabras. Con mirarte, solo con mirarte… lo sé. Te sé. Me gustaría poder compartirte.
A los que creen comprenderte les gustas tanto… el resto… te creería loca. Pero no importa. De algún modo lo estás, y eso es lo bueno.

miércoles, 28 de abril de 2010

¿Donde estás amigo?

Quiero escucharte, dejarme mecer por tus palabras, y tu voz atrayente que induce a la calma de mi mente, harta de vagar por mi mundo plagado de pensamientos sin respuesta.
Me eres tan necesario… Eres el amparo cuando todo está solo y gris. Mi alma te busca, te grita.
¿Dónde estás amigo que no me oyes? ¿No llegan mis gritos de desesperación donde tú estás?
Tus palabras las hago mías en un intento desesperado por encontrarte. Ellas me han enseñado más cosas sobre la vida de las que jamás soñé poder encontrar, ellas me susurran de noche y me hablan sobre ti. Ellas me inducen al sueño en el que te encuentro y del que no quiero salir. Ellas me acompañan pero todas me parecen pocas. Quiero más. Muéstrame más, háblame más. Quiero desbordar mis oídos con ellas y caer dormida escuchándolas.
Busca por los rincones de mi alma y de mi ser que a ti quedan abiertos y cristalinos, araña mis emociones, sumérgete en mis sueños, ansía mis inquietudes, ríete con mis locuras, duérmete en mis pensamientos.
¿Me estarás buscando tú también? ¿Me buscarás? Deseo que me encuentres.
Busca en mí refugio, ya que para ti me sumergiré en la calma y haré de mí un lugar en el que puedas descansar tranquilo y seguro.
¿Dónde estás amigo? ¿Dónde estás?....

jueves, 22 de abril de 2010

Ecos en mi cabeza

Ecos, constantemente los escucho, están en mi mente y no me permiten dejarme llevar por el tren tranquilamente. Ellos quieren que me pase el día pensando en ellos, porque cuanto más piense en ellos más de ellos crearé. Y mi única escapatoria es esta. Con un poco de suerte cuando escribo esos ecos, esas preguntas, esos pensamientos, consigo en muchos casos disiparlos y poderlos apartar.
Es como si una vez escritos ya todo pudiese trascurrir parece el sentido de su existencia. Ser escritos. No ser olvidados. Ni reprimidos. Ni rechazados, si no aceptados.
Pero siempre hay más, se lanzan sobre mí, no me dejan dormir, me absorben me atraen a su mundo y entro, entro con la mirada perdida en cualquier parte del vagón, y mis sentidos se colapsan, por que por ellos aunque percibo, ni recojo, ni analizo ningún tipo de información.

miércoles, 21 de abril de 2010

Lluvia

Escuchar la lluvia, ese susurro suave, constante, casi hipnótico. Deja en descanso el resto de los sentidos. Salir y dejarte mojar poco a poco, gota a gota. Cerrando los ojos y sintiendo cada una deslizarse por tu piel, recorrer los poros de tu cuerpo. Y va cambiando tu temperatura, entonces echo la cabeza hacia atrás y dejo que caigan gotas también en mis parpados, en mi boca… inspiro. Huele a lluvia. Frescor, humedad, entran en mi nariz. Y dejo que me invadan todos los sentidos a la vez. Es pletórico ese placer. Divino (si creyese).


Este es un intento de describir la sensación que tengo cuando me mojo bajo la lluvia. Para mi es uno de los placeres de la vida. Y si además veo a gente intentando taparse o ponerse a cubierto mejor, me resulta gracioso… son unas gotas de agua cayendo del cielo (literalmente), ¡disfrútalas pensando en eso!
Juega con las gotas de lluvia en la ventana… horas…
Mete las manos en los charcos…
Y písalos todos…
Diviértete de verdad, disfruta de la vida.
Estos son los pequeños placeres que la hacen insuperable y única.

lunes, 19 de abril de 2010

Dos "OSOS" verdes

Me persiguen dos osos verdes, mojados, empapados. Llueve, llueve mucho, tanto que apenas me ven. Pero saben que estoy aquí y no se van, no se apartan, siguen de pie bajo la lluvia a la espera de algo que no llegará. A mi pesar. No lo hará.
Ellos me miran fijamente. No se creen lo que esta pasando.
Ellos ven como se desvanecen sus esperanzas.

sábado, 17 de abril de 2010

Siento

Lo busco, lo busco y no lo encuentro.
Encuentro algo que buscaba,
Pero ahora no es lo que quiero,
Quiero lo que ya no quiero.
Tengo lo que no busco,
Siento que no siento,
Siento lo que no tengo.

Miradas que duelen, yacen en mi pensamiento, cuando me descuido, aparecen. Ellas te hacen inolvidable, ellas gobiernan sobre mi mente.

viernes, 16 de abril de 2010

Tengo ganas de llorar, de llorarte

Podría decir que más que ganas de llorar, tengo ganas de llorarte, (a pesar de mis manías y mis cabreos o rabietas, porque me veas en ese estado) necesito hacerlo. ¡Quiero llorarte! Lo necesito, pero no como se le llora a alguien que “no está”. Yo te lloraría porque estás, porque me ves, porque me tocas. Yo te lloraría a la cara.

A ti que no existes más que en mi anhelo de que existas, anhelo de que estés, anhelo de que te encuentre. Estos días en los que mi mente esta pesada, tan consciente de todo pero a la vez de nada, consciente e inconstante de mi alrededor, colmada de pensamientos, pensamientos que siempre yacen. Están. Pero no suelen despertar. Me devoran, me corroen, me arrancan la piel, me absorben la mente, ellos despiertan con un gran sobresalto, que en mi hace reacción.
¡Y reacciono!

En un mar de pensamientos, de voces, todas tan conocidas para mi, todas tan mías, que no escucharlas es imposible. Y me ahogo. Pero no quiero, lucho, lucho,…. Y lo único que consigo son ganas de gritar, de clavarme las uñas en la garganta y estirar. Fuerte. Fuerte. Tan fuerte que consiga desgarrar mi piel. Ganas de arrancarme la cabeza, de comprimirla, de aplastarla, de hacerla trizas, de conseguir ahuyentar las voces de esos pensamientos que son ecos en mi cabeza. De conseguir no pensar eso. No pensar en eso.
Eso que hace que me conozca más, no quiero más. ¡No quiero más!
¿De que me sirve conocerme si me hará más mal que bien? No es tan grande el conocimiento como para hacerme tanto daño. No vale tanto. No vale.


…¿Hasta que punto tenemos que llegar a conocernos?...

jueves, 15 de abril de 2010

Mar

Tu que lo perdonas todo,
Lo quitas todo,
Y haces olvidar
Y que olvide.
Agua fría y en calma,
Cantas a mi alrededor
Mientras yo me sumerjo en ti,
En ti me sumerjo.

martes, 13 de abril de 2010

La carta de mis pensamientos, de mis sentimientos

Perdona.
Mis más sinceras disculpas por hacerte esto. Por que esto ocurriese así. Lo lamento tanto.
Te he amado mucho. Yo tampoco me puedo explicar esto. Yo tampoco me lo llego a creer. Yo también sigo esperando despertar de esta extraña pesadilla. Tan irreal. ¿Cómo puede ser que no te ame? ¿yo a ti? Es demasiado extraño.
¿Cómo pude ser que me imagine tu sonrisa y no se me ilumine la cara? ¿Cómo puede ser que conciba las noches y los días en los que tu no estás? No me lo explico. No puedo llegar a entenderlo. Por eso tampoco espero que tu lo entiendas.
¿Como puede ser que todo lo que me recuerda a ti no me cause unas irremediables ganas de verte? ¿ que pueda imaginarme una vida o un mundo en el que tu no estés?
... Tu nombre sigue siento tan importante para mi. Pero ya no significa lo mismo. Ya no. A pesar de todo sigue siendo el nombre que yo le pondría a mi hijo. Por lo que he sentido pronunciándolo, por lo que he vivido mientras nacía una y otra vez de mis labios.
¿Cómo voy a amar a otra persona que no seas tu? No le encuentro explicación alguna.
Me encantaría que hubieses sido la última persona a la que le hubiese hecho tanto daño. Daría lo inimaginable por que ese dolor no te lo hubiese causado yo. Y por ser yo la que lo sufre en tu lugar.
Esta, al igual que todas mis cartas y escritos hacia ti, son mis palabras más sinceras, mis sentimientos más reales expresados para ti.

Lamento tanto todo lo ocurrido. De verdad.

De todo corazón, te he amado con toda mi alma. Y de la única forma que sé.